MANIFIESTO
A TODOS LOS PUEBLOS EN GENERAL
En nombre de mi Ejército, que reclama un derecho de reivindicación
muy justo en la conciencia de todo buen mexicano, o de otra nacionalidad,
que ame a su propia Patria y que tienda a salvarla de monstruos perniciosos
que explotan de una manera salvaje el sudor de las frentes de sus hijos,
vengo a protestar ante el mundo civilizado que ha hecho a su Patria libre
e independiente, encaminándola por el sendero del progreso de su
riqueza nacional, contra la prensa alarmista y contra todo ataque a mis
denodados soldados que nos llame bandidos, porque bandido no se puede llamar
a aquel que débil e imposibilitado fue despojado de su propiedad
por un fuerte y poderoso, y hoy que no puede tolerar más, hace un
esfuerzo sobrehumano para hacer volver a su dominio lo que antes les pertenecía.
¡Bandido se llama al despojador, no al despojado!
Hago un llamamiento a todos los Pueblos de la República Mexicana,
sin distinción de individuos en clases y categorías, a fin
de que quiten de su mente todos los temores que la prensa aduladora y enemigos
nuestros, tratan de manchar mi honradez y la de mis valientes soldados;
que tema, sí, todo aquel individuo que haya explotado, despojando
tierras, aguas y montes en gran escala a los pueblos, pero no de una cobardía
porque no somos cobardes, pero sí de que todo lo que no es suyo
tendrá que devolverlo.
Ofrezco a Uds. queridos pueblos, cuidar de sus intereses y de sus vidas,
cuando por fortuna me toque estar en uno de ellos, para cuyo objeto me
ocupo en disciplinar debidamente a mis soldados, y éstos se mantendrán
acuartelados cuando tengamos la fortuna de tomar a fuerza alguna población
de las defendidas por el Autócrata Madero, ¡destructor del
Plan de San Luis Potosí!
Ante el mundo entero ofrezco, en nombre de mis soldados y partidarios,
obrar como antes he dicho , no respondiendo de aquellos individuos que
al nombre de mi bandera se amparen cometiendo atropellos, venganzas o abusos;
para éstos excito a todos mis partidarios y pueblos en general los
rechacen con energía, 'pues a éstos los considero enemigos
míos que tratan de desprestigiar nuestra causa bendita y evitar
el triunfo'; inquieran sus nombres verdaderos y no los pierdan de vista,
para que reciban el castigo merecido.
Pueblos queridos: el triunfo es nuestro, ya tiemblan los tiranos amigos
del retroceso. ¡Adelante! que ya la aurora de la libertad brilla
en el horizonte.
Campamento Revolucionario.
Diciembre 31 de 1911
Emiliano Zapata
General en Jefe de las Fuerzas del Sur