CARTA DEL CABECILLA ZAPATA
Obra en mi poder la carta que por conducto del correo Ignacio Ramírez
se permitió usted mandarme, en la cual me dice exhortarme para conferenciar
acerca del armisticio de los Estados de Morelos y Guerrero y llegar a un
arreglo de paz, poniéndome como muestra al señor (Ambrosio)
Figueroa.
Debo manifestar a usted que es necesario que desechen esa farsa ridícula
que los hace tan indignos y tan despreciables, y que tuvieran más
tacto para tratar con la gente honrada, pues deben ustedes saber que las
negociaciones de paz se arreglan con los ciudadanos Presidente y Vicepresidente
de la República, señores Francisco I. Madero y doctor Francisco
Vázquez Gómez, que son la cabeza y los únicos encargados
de arreglar la paz, y no conmigo que soy un simple elemento en mi categoría
de general, no sólo para los Estados de Guerrero y Morelos, sino
para toda la República.
Ruego a usted y a todos sus secuaces se dirijan a la cabeza y no a los
pies, para los arreglos de paz, y no me confundan a mí con Figueroa,
que no es más que un pobre miserable que sólo lo impulsa
el interés y el dinero.
Por último, diré a ustedes que yo me he levantado no por
enriquecerme, sino para defender y cumplir ese sacrosanto deber que tiene
el pueblo mexicano honrado y estoy dispuesto a morir a la hora que sea,
porque llevo la pureza del sentimiento en el corazón, y la tranquilidad
en la conciencia.
Emiliano Zapata.
P.D. Aprovecho la oportunidad que ya que usted se apura por la paz,
de una manera pacífica me entregue la plaza de Cuautla, Morelos,
en bien de los vecinos de la ciudad que serán las víctimas
que sufran las consecuencias; que yo no necesito que me hagan favores,
pues nunca he pedido clemencia más que a Dios, ni la necesito de
nadie más que de El.
Vale.