Nació en Jonacatepec el 12 de octubre de 1883, hijo del Lic.
don Pedro Robles y de doña Georgina Morales. Hizo sus primeros estudios
en la escuela pública de Jonacatepec; al terminarlos trabajó
en algunas casas comerciales y después en los ingenios azucareros
de Tenango y Santa Clara.
A pesar de que Serafín Maximiliano Robles no tenía problema
económico, siempre le preocupó la situación en que
estaban los campesinos de las haciendas; de ahí que se incorporara
a la revolución el 31 de enero de 1912, a las órdenes del
general Francisco Mendoza Palma, en el pueblo de Tepexco, Estado de Puebla;
lugar donde Mendoza tenía su campamento.
Por su intachable conducta, Serafín M. Robles fue incorporado
a la escolta personal del general Emiliano Zapata para que lo auxiliara
en el despacho de la Secretaría Particular, en donde pasaron por
sus manos tanto fuertes cantidades de dinero, como órdenes de gran
trascendencia para la revolución.
Serafín M. Robles acompañó al Dr. Guillermo Gaona
Salazar para llevar a Zapata una carta del Dr. Francisco Vázquez
Gómez, invitándolo a reconocer el gobierno de la usurpación
huertista. Esa carta estaba fechada en la ciudad de México el 15
de marzo de 1913.
En agosto de 1914, Robles fue designado Secretario Particular; al designarse
Tlaltizapán como asiento del cuartel general de la Revolución
del Sur; Robles, por órdenes de Zapata, asumió la jefatura
del Departamento de Guerra, sin perjuicio de seguir llevando la Secretaría
Particular.
El general Serafín M. Robles, por riguroso escalafón,
llegó a ocupar el grado de general brigadier; el general Zapata
tuvo por él gran estimación y, en algunas ocasiones, le llegó
a dar a conocer sus ideas respecto a la reorganización de la industria
azucarera en Morelos.
Cuando el carrancismo se apoderó de las principales ciudades
del Estado de Morelos, Robles fue un eficaz colaborador del general Zapata,
pero por motivos de salud tuvo que dejar la Secretaría Particular
y retirarse a un campamento zapatista que había en San Marcos Acteopan,
Estado de Puebla, donde fue atendido del padecimiento que le aquejaba;
por eso, al ocurrir la tragedia de Chinameca el 10 de abril de 1919, el
general Serafín M. Robles no se encontraba al lado de Emiliano Zapata.
Al triunfo del movimiento de Agua Prieta, el general Robles quedó
incorporado a la primera división con las fuerzas zapatistas que
mandaba el general Genovevo de la O, y permaneció hasta diciembre
de 1920 en que causó baja por haber desaparecido la primera reserva
del ejército.
Serafín M. Robles, como casi todos los generales y miembros del
Ejército del Sur, al ser dados de baja sufrieron grandes miserias.
Serafín M. Robles pudo obtener un modesto empleo de mecanógrafo
primero en la Secretaría de Industria y Comercio, y después
en la Secretaría de Agricultura. Fue uno de los fundadores del Frente
Zapatista; en el Comité Directivo Nacional ocupó el cargo
de oficial mayor y la Secretaría de Organización.
Durante la administración del Lic. Miguel Alemán, y por
gestiones que hizo el Comité Directivo Nacional del Frente Zapatista,
el general Robles reingresó al ejército y quedó a
disposición de la dirección general de personal de la Secretaría
de Guerra. Esto facilitó a Robles que pudiera dedicar mayor tiempo
al Frente Zapatista.
El general Robles, tras penosa enfermedad, falleció en la ciudad
de México el 28 de mayo de 1955; sus restos fueron inhumados en
el panteón civil de la ciudad de Cuautla.