Fue originario de La Aldea, Municipio de Silao, Guanajuato; Cándido
Navarro fue profesor de escuela y se levantó en armas en San Luis
Potosí, presidió una Junta Revolucionaria y se entrevistó
en Telmacan con Madero y cometió el error de desarmar a las fuerzas
revolucionarias, y a su regreso de Puebla, fue aprehendido e internado
en la penitenciaría del D. F. Salió de esta prisión
el 15 de mayo de 1913 e hipotecó sus propiedades para comprar más
armas, las adquirió, pero esta vez no fue al norte, sino al sur
con los zapatistas. El 1o. de junio de 1913 aprovechó la feria de
Tlalpan y ahí se citó con su esposa doña Carlota Bravo,
sus hijos Hiparco y Dioscónides; Gonzalo Vázquez Ortíz,
Joaquín Rocha, Paulino Martínez hijo, Angel Osorno, Carlos
Alemán, Zenaido Jiménez y Rafael González Escobar
salieron en dirección al Ajusco y al día siguiente llegaron
a la falda del Ajusco, donde acamparon. Al día siguiente llegaron
al campamento del Gral. Francisco V. Pacheco y a las 4 de la tarde, en
Agua Bendita, encontraron al Ing. Angel Barrios y a Miguel G. Zamora.
El primer combate fue el 12 de junio contra las tropas federales de
Luis G. Gamboa, que había salido de Cuernavaca con 400 hombres de
las tres armas, haciendo exploración por la zona zapatista, siendo
atacado en Mexicapa por la fuerza del Gral. Genovevo de la O. En esta ocasión
estuvo Cándido Navarro incorporado a las fuerzas de Pacheco. En
Fierro del Toro, Navarro conoció a Genovevo de la O. El día
13 tuvieron otro encuentro en Ocuila y el día 14 atacaron Malinalco
y persiguieron al enemigo hasta el Puente del Caporal y abandonaron la
persecución en Chalma. En estas acciones perdieron la vida 80 federales.
El 1o. de julio llegó al campamento de Agua Bendita del Corl. Luciano
Romero con órdenes de Emiliano Zapata para que Francisco V. Pacheco,
con su gente, acompañara a Cándido Navarro a la zona que
se le había asignado en Querétaro, Michoacán, Guanajuato
y San Luis Potosí, emprendiendo la marcha el día 4 por Coatepec
de las Bateas, el 5 y 6 estuvieron en Jalatlaco, el 7 estuvieron en Salazar,
siguieron por el monte de Las Cruces, Tlazala, Villa del Carbón,
hasta entrar a Querétaro, en la Sierra de Cazadero, siendo recibidos
por el enemigo con un nutrido tiroteo, pero un aguacero puso fin al combate,
pues los federales se fueron a sus trenes y los revolucionarios al bosque.
En este punto se les incorporó el Corl. Jesús García,
saliendo el día 9, el 10 pasaron por San Pedro Tlanixco, el 12 llegaron
a Vaquerías rechazados por rurales y voluntarios. El objetivo de
Navarro era llegar a Chila, donde sabía que estaba el Gral. Gertrudis
Sánchez. A las 5 de la mañana Pacheco ordenó reanudar
la marcha y el Corl. Isidro Muñoz no despertó a Cándido
Navarro que dormía con su familia, abandonándolo a su suerte.
Al despertar se dio cuenta de la acción de que era víctima
y se dirigió a Pilcaya, Guerrero, después subió a
Tuzantla, recorriendo Cacahuatlán, Tlalchapa, Mancilla, Patambaro,
Andocutin, Iramuco, Lagunillas y Yuriria.
El Corl. Salatiel Alarcón acompañó a Navarro por
órdenes de Genovevo de la O, hasta que contara con suficiente gente
para emprender por sí solo las operaciones en su zona que se convirtieron
en 200 y después en 400 al llegar a Tuzantla y en Yuriria tuvo un
encarnizado combate.
Tropas federales del Gral. García Cuéllar sorprendieron
a Navarro y estos tuvieron que combatir cuerpo a cuerpo, habiendo resultado
herido Salatiel Alarcón. A Navarro le mataron el caballo y en el
tiroteo gritaban "ríndete, Navarro". A los pocos minutos
cayó acribillado.
El cadáver de Navarro fue recogido por los federales y enviado
a San Luis Potosí, donde se le exhibió públicamente
en un aparador. Así murió un guanajuatense que trató
de llevar las ideas del zapatismo al bajío mexicano.