Originario de Santa Rosa Treinta, Morelos. Fue de la gente que se incorporó
a la revolución con el Gral. Modesto Rangel, como soldado. Luchó
en las fuerzas revolucionarias maderistas en contra del gobierno de Porfirio
Díaz. En el año de 1914, Gabriel Mariaca ya era oficial en
las fuerzas del Gral. Modesto Rangel y en 1916 ostentaba el grado de Corl.
y después de haber muerto el Gral. Modesto Rangel en 1961, Gabriel
Mariaca se quedó al frente de sus fuerzas y fue ascendido a Gral.
Brig. por el Gral. Genovevo de la O, así siguió militando
bajo las fuerzas de este divisionario. Le tocó estar el 13 de agosto
de 1916 en que Zapata atacó a las fuerzas carrancistas en el Municipio
de Tlaltizapán, Gabriel Mariaca tomó parte en este hecho
de armas, en el que los carrancistas sufrieron un serio descalabro al principio
del ataque, pero gracias a la llegada de refuerzos federales, los zapatistas
se vieron obligados a replegarse y en represalia los carrancistas se desquitaron
con hora y media de degüello, dando muerte a 253 civiles entre hombres,
mujeres, ancianos y niños, de la infortunada población civil
de Tlaltizapán.
Gabriel Mariaca, fue de los Generales que tomaron parte en la junta
de Generales y Jefes para nombrar al sucesor de Emiliano Zapata, y fue
uno de los candidatos, pero él se opuso desde luego a tan delicado
puesto y declinó en favor del Gral. Gildardo Magaña, por
su intelectualidad y preparación.
El Gral. Gabriel Mariaca, después de la Unificación de
1920, ingresó al Ejército Nacional y formó parte de
la 1a. División del Sur, primero al frente de la jefatura de la
guarnición de la Plaza de la Ciudad de Cuernavaca, bajo las órdenes
del Gral. Genovevo de la O, que era el Jefe de la 13 Jefatura de Operaciones
Militares, y luego se hizo cargo de la corporación de excedentes
de la misma jefatura de operaciones y finalmente, quedó a disposición
de la Presidencia de la República.
El 11 de diciembre de 1923, el Gral. Gabriel Mariaca llegó a
Cuernavaca, procedente de la Ciudad de México y fue hecho prisionero
por los Generales José Cruz Rosas, José Zamora, Benigno Abúndez
y los Coroneles Alfonso T. Sámaro, Celestino Carnalla y Eulalia
Caspeta y con la tropa que iba al mando del Cap. 1º. Ignacio Cortés,
fue conducido hasta Chipitlán, al sur de Cuernavaca y a la mitad
del trayecto, fue asesinado, ignorándose hasta la fecha las causas.