Fue originario de Yautepec, Morelos, hijo de Jesús Bastida. Desde
1911 militó a las órdenes de Amador Salazar y para fines
de ese año ya operaba con su propia guerrilla, formada con hombres
de su región. Bastida reconoció a Amador Salazar como jefe
hasta el día de su muerte. Después pasó a formar parte
de las fuerzas de la División de Everardo González. Consumada
la Unificación Revolucionaria en 1920, ingresó al Ejército
Nacional, pero se retiró luego para dedicarse a las labores agrícolas.
Fue asesinado en Yautepec, el 5 de mayo de 1930.
Actualmente, el pueblo que fue Santa Catarina Tlayca, lleva su nombre,
en reconocimiento a los servicios que prestó a la Revolución
suriana.