Domingo Arenas Pérez nació en Santa Inés Zacatenco,
Tlaxcala, el 4 de agosto de 1888, fueron sus padres los campesinos Francisco
Arenas y Margarita Pérez.
Era de extracción humilde, fue pastor de ganados, repartidor
de pan y obrero en las fábricas "El Valor", "Covadonga",
"Los Molinos", "La Concha", "La Carolina"
y por último, volvió a la fábrica "La Covadonga"
de donde salió para ingresar a las filas de la revolución.
En Zacatenco se formó el primer comité agrario que se
organizó en Tlaxcala y al mismo se debieron una serie de huelgas
y otras actuaciones que fueron calificadas de subversivas. De Zacatenco
salieron los generales tlaxcaltecos, oficiales y soldados agremiados.
Domingo Arenas, Cirilo y Emeterio del mismo apellido que procedían
de Zacatelco, participaron a las órdenes del General Felipe Villegas.
Cirilo Arenas fué el maderista más importante de Tlaxcala,
después de proclamado el Plan de Ayala se adhirió prontamente
y tuvo importantes luchas de armas tanto en Tlaxcala como en Puebla.
Cirilo Arenas a principios de 1914 ya ostentaba el grado de General
como otros tlaxcaltecas que operaban en la zona limítrofe con la
de Puebla.
El 20 de agosto de 1914 al frente de más de 500 hombres tomó
la capital de Tlaxcala.
Por poco tiempo hubo unidad entre los caudillos tlaxcaltecas y la ruptura
entre ellos se produjo a raíz de la convención de Aguascalientes
en octubre de 1914.
Los descontentos afloraron y Arenas por su abierta actitud agrarista,
vinculada con el zapatismo realizó adjudicaciones de tierras. El
zapatismo fué para Arenas un respaldo. Arenas rompió con
los constitucionalistas y se plegó a los que habían sido
leales a la convención. Arenas se subleva contra Carranza el 12
de noviembre de 1914.
Domingo Arenas seguido par la brigada Xicoténcatl salió
de la ciudad de Tlaxcala y sostuvo el primer encuentro en contra de los
constitucionalistas en el pueblo de Panotla.
No hemos encontrado ningún documento que nos denuncie cómo
recibió Emiliano Zapata la ruptura de Arenas con el carrancismo
pero con esto Emiliano Zapata fortaleció la acción de lucha
en la zona tlaxcalteca poblana.
Arenas estuvo unido al movimiento zapatista por espacio de más
de dos años y durante este lapso de tiempo se sostuvieron violentos
encuentros contra las fuerzas de Carranza. En esta época Emiliano
Zapata ya tenía seguidores no sólo en Morelos, sino en Puebla,
Tlaxcala, México, en Guerrero, Oaxaca, Hidalgo, Michoacán
y Veracruz, así como también en el Distrito Federal.
Don Venustiano Carranza a pesar de la oposición zapatista trató
de aglutinar fuerzas más poderosas y de ganarse adeptos y para ello,
destacó algunos agentes especiales para que se introdujeran dentro
de los grupos adictos al zapatismo.
Por lo que toca a Domingo Arenas, desde 1916 había gentes que
trabajaban para que retornara a las filas constitucionalistas y una de
esas medidas fué la Ley del 6 de enero de 1915 que en materia agraria
expidió don Venustiano Carranza.
El Gobernador de Tlaxcala intervino para que Arenas volviera a las filas
constitucionalistas y Arenas accedió pensando que se produciría
una unificación revolucionaria, por eso nunca reconoció el
término sumisión o rendición. Arenas siempre habló
"cuando nos unifiquemos".
El Gral. don Cesáreo Castro, hombre de confianza del Gral. Pablo
González reconoció el sometimiento de Arenas en la hacienda
de Sn. Mateo Atzala, cerca de Huehuetzingo, el 1o. de diciembre de 1916.
Don Venustiano Carranza confirmó a Arenas el grado de Gral. de
División y le encomendaron la plaza de Sn. Martín Texmelucan.
Cuando Zapata se enteró de que Arenas había quedado reintegrado
el carrancismo expresó desengaño y cólera y Arenas
escribió a Emiliano Zapata mostrando interés para que hubiera
un acercamiento con él entre los meses de marzo y abril de 1917,
el Gral. Fortino Ayaquica, conocedor de lo que ocurría, estuvo a
la expectativa y el Gral. Marcelo Caraveo dio los pasos necesarios para
que se llevara a cabo la primera entrevista entre Arenas y los representantes
de Zapata.
Esta reunión se efectuó en la hacienda de Menatla, Atlixco,
el 11 de junio de 1917 concurriendo a ella los Generales Marcelo Caraveo,
Gildardo Magaña, Ismael Velasco y Fortino Ayaquica. En esta reunión
Arenas aceptó el compromiso formal de que en un mes desconocería
al gobierno de Carranza y se incorporaría a las filas surianas.
Hubo otra reunión en la hacienda de Huexocoapan, Atlixco, el
30 de agosto. Participan, del bando tlaxcalteca, el Corl. Rayón
y el Mayor Aguilar y por el lado zapatista, los Generales Gildardo Magaña,
Fortino Ayaquica y Encarnación Vega Gil. Ambos grupos se acusan
de traición. Hay varias versiones de este hecho en el que perdió
la vida Domingo Arenas.
Cuando estaban en la reunión oyeron un disparo y el Gral. Arenas
dió un paso atrás e hizo fuego sobre el Gral. Magaña
sin lograr dar en el blanco, por lo que éste se trabó en
un forcejeo con Arenas y como éste último le hiciera un nuevo
disparo y Magaña no llevaba arma utilizó un cuchillo de monte
el cual le enterró en el vientre y Magaña siguió pegándole
a Arenas, y Arenas recibió varios balazos en la trifulca y se ignora
quién los hizo; quedando Arenas tendido en el suelo.
En la refriega cayó también muerto el Corl. Rayón
y las fuerzas que lo acompañaron, al ver caer muerto a Domingo Arenas
se desmoralizaron y emprendieron la retirada.
El Gral. Ismael Velasco recogió el cadáver de Domingo
Arenas y lo condujo hasta Toxhimilco y el propio Gildardo Magaña
llevó el cuerpo hasta el cuartel general de Emiliano Zapata en Tlaltizapán,
para mostrárselo a Emiliano Zapata.