Píndaro Urióstegui Miranda: Señor general, iniciaremos nuestra plática con sus datos personales y familiares.
General Amador Acevedo: Yo nací en el pueblo de Huachinantla, Distrito de Chiautla, Estado de Puebla, el dieciocho de abril de 1889; ando completando ahorita ochenta y dos años. En Huachinantla me crié e hice mis primeros estudios de primaria, hasta segundo año; el tercero y cuarto años los cursé en Jolalpan, Puebla, con un profesor que mandaron traer mis padres; el quinto y sexto los hice en Cuernavaca, Morelos, con un profesor Salinas.
De aquí regresé a mi pueblo natal porque mis padres tenían intereses: ganado y un rancho; con ese motivo me fui a trabajar con mis hermanos. Murió mi padre pero nosotros seguimos laborando hasta llegar a la época en que se aproximaba ya la Revolución. Mis padres fueron: Manuel Acevedo Bonfil, de Olinalá y María Marbán de Gaytán, de Chiauzingo, ambos guerrerenses, pero los bienes que mi abuelo había creado y que dejó a mi padre estaban en Huachinantla donde en aquel tiempo había grandes haciendas ganaderas y otras insignificantes; una de éstas teníamos nosotros. Me casé en el año de 1918 en Huitzuco, Guerrero, con la señorita Elena Marbán. Tuvimos siete hijos, uno murió chico, pero crié seis, de los que viven actualmente cuatro mujeres y un hombre.
TESTIMONIOS DEL PROCESO
REVOLUCIONARIO
DE MÉXICO.
Por Píndaro Urióstegui Miranda.
Instituto Nacional de Estudios Históricos
de la Revolución Mexicana. México, 1987,
Entrevista al Gral. Amador Acevedo, pp. 137-187.
