ACTA DE LA CONFERENCIA DE EMILIANO ZAPATA
CON UN COMISIONADO DE
FRANCISCO I. MADERO
Campamento Revolucionario, Julio 19, 1912

    En el campamento revolucionario, a las cinco de la tarde del día 19 de julio de mil novecientos doce, el señor Francisco Creyve Sarrazin, originario de Lyon (Francia), avecindado en la Ciudad de México, periodista colaborador actualmente de la publicación intitulada "LE COURRIER DU MEXIQUE" ante mí, el general Emiliano Zapata, se presentó manifestando: que viene en calidad de enviado comisionado por el señor Presidente Francisco I. Madero para hacer proposiciones de paz fundándolas en la solicitud de un armisticio de tres meses, para que en ese tiempo el Gobierno estudie y vea si es posible la solución de las promesas del Plan de San Luis; que, para todo lo conducente al armisticio que se menciona, vendría para concertarlo de una manera eficaz, el ex Jefe Político de Cuautla, Morelos, don José Antonio Vivanco, que actualmente reside en la ciudad de Orizaba; que como punto principal del asunto se trataría la suspensión de hostilidades entre las tropas de la revolución y las del Gobierno; que si en este lapso que se indica, el gobierno encuentra escollos y dificultades para cumplir las promesas del referido Plan, entonces, se volverán a reanudar las hostilidades por ambas partes contendientes; así como también hizo presentes multitud de razones que tiene el Gobierno de Madero para sofocar a todo trance la Revolución en el Estado de Morelos y adujo o propuso, de parte de quien lo envió, halagadoras ofertas y seductoras promesas para inducir a la actitud revolucionaria demostrada a una transacción que, de aceptarse, rompería con la moral y los principios de la revolución, ungida con la sangre de la Patria.

    En vista de las proposiciones manifestadas, el general Emiliano Zapata expresó, de una manera clara y terminante: que la revolución de Morelos no es una revolución local, como la cree el señor Madero; que está unida a los movimientos revolucionarios que dirige Pascual Orozco; que desde que hizo conocer a la Nación el Plan Político, ha contraído compromisos y ligas de coalición con todos los Estados, no sólo del Sur, sino del Centro y del Norte de la República; que en la actualidad ya la revolución del Sur ha traspasado las fronteras de Morelos, y ha invadido a las diferentes Entidades Federativas con el objeto de hacerse fuerte, lo cual ha logrado, puesto que sus tendencias están resumidas en los principios solemnísimos de gran trascendencia para la Nación: reforma política y reforma agraria, que es la que puede dar el bienestar y la paz que se desea: la revolución sintetiza, encarna o representa las aspiraciones de varios millones de hombres; sintetiza el adelanto, el progreso, la reforma en una palabra: el avance y la regeneración de un país oprimido por un feudalismo que agobia hace más de cuatro siglos a la inmensa mayoría de los mexicanos. El Gobierno de la actualidad no representa más que un grupo de feudales, de reaccionarios, de retrógrados, que consideeran una utopía las reformas que se tratan de implantar, tan sólo por conservar por toda una eternidad el estacionamiento de sus privilegios y canonjías.

    Las reformas establecidas por Benito Juárez se creyeron, como las nuestras, utópicas; se decía que aún no era tiempo de establecerlas y la historia se ocupó más tarde de comprobar las falsas aseveraciones de quienes, de haberse dado oído a su doctrina perfectamente conservadora, no se hubieran realizado y así mismo, ahora creen que sea incapaz de realizarse lo que nos proponemos. Actualmente me ocupo de recorrer los diferentes Estados del Sur para combinar, de acuerdo con el Norte, el movimiento envolvente que tiende a circunvalar en la misma capital de la República al Presidente Francisco I. Madero, autor de las desgracias y de la sangre derramada por nuestros compatriotas. Con motivo de las lluvias no está operando más que una parte pequeñísima de mis tropas en el Estado de Morelos pues el resto de ellas he ordenado en salida, con el objeto de organizar debidamente los nuevos planes de campaña que deben producir el aniquilamiento de la dictadura maderista. Nuestra Revolución trata de depurar, mejor dicho, de segregar elementos corrompidos de un gobierno que no tiene más apetitos que satisfacer ambiciones bastardas, no persigue más fines que conceder privilegios y conceder canonjías a sus adictos e incondicionales servidores.

    En consecuencias, la revolución que dirigimos, yo y el general Pascual Orozco, con la colaboraciónde insignes mexicanos como Emilio Vázquez Gómez y otros patriotas no menos desinteresados y prominentes, no entrará en convenios de paz, sino hasta el derrocamiento de Madero; que renuncie el Presidente Madero y el Vice-presidente Pino Suárez y entonces, sólo entonces, la revolución siempre que se le llame a transacción podrá estipular tratados de paz, de acuerdo con los principios que sostiene.

    Como epílogo del acto en esta entrevista, el general Emiliano Zapata hace constar: que él y sus soldados no luchan por ambiciones bastardas, no luchan por acaparar puestos públicos, no luchan por ambiciones de posición social, no luchan por traficar con la sangre de la Patria, no derraman sangre por acaparar dinero ni posición; que él considera que una sola gota de sangre derramada en aras de la Patria, vale mil veces más que todos los tesoros de la Tierra; que están dispuestos a no traicionar a su Patria, a los principios de la Revolución y a la bandera que han jurado sostener y que de la misma manera lo están todos sus compañeros de armas en toda la República. Dijo además: nosotros no somos capaces de idolatrar el becerro de oro, ni ceñirnos la túnica de los iscariotes; manifestando que el triunfo ya se acerca y que comienza el crujimiento del trono dictatorial, que no dilatará en desmoronarse; del hundimiento del polvo de la dictadura maderista, brotarán en medio del caos, los rayos de luz que escribirán en nuestro cielo: Reforma, Libertad, Justicia y Ley, para todos los hombres de México; lema escrito en los estandartes de la Revolución. Con lo que terminó el acto, levantándose la presente para constancia, dándose un ejemplar de este documento, al expresado enviado del señor Madero, señor Francisco Creyve Zarrazin.

    Reforma, Libertad, Justicia y Ley.

    Campamento Revolucionario en Morelos,
    julio 20 de 1912.

    El General en Jefe de las fuerzas del Sur, Emiliano Zapata.
    El enviado del señor Madero, Francisco Creyve.
    (Rúbricas)
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Fuente:

    Ramón Valdiosera. Zapata. 3,000 días de lucha. Editorial Universo,
    México, 1982, p. 72-75

     

Referencias a este documento, en:

    Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana.
    Tomo IV. Estado de Morelos. Instituto Nacional de Estudios Históricos
    de la Revolución Mexicana, México, 1991, p. 302-304
    (Tomado de: Martínez Escamilla, Ramón. Emiliano Zapata, escritos y documentos. México, Editores Unidos Mexicanos, 1978, 432 pp)

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