(Al margen izquierdo un membrete que dice:
"Correspondencia del Gobernador del Estado de Puebla".)
Puebla, 16 de noviembre de 1911.
Señor don Francisco I. Madero.
Presidente de la República.
México, D.F.
Muy estimado amigo y respetado señor Presidente:
Me tomo la libertad de distraer a Ud de sus múltiples atenciones,
por la importancia que entrañan los asuntos de que paso a ocuparme.
El señor jefe político de Acatlán, con el deseo
de pacificar ese distrito, ha obtenido, según me comunica, la oferta
de que muchos de los individuos que por allí merodean y se tienen
como subordinados del General Zapata, depongan las armas a condición
de que se les conceda un amplísimo perdón.
Yo entiendo que entre esos individuos hay muchos cuya falta no consiste
solamente en haber estado rebelados contra el gobierno constituido, sino
que son reos de delitos del orden común, pues en diversas poblaciones
y rancherías se cometieron por las fuerzas zapatistas, robos, violaciones,
lesiones y aun homicidios.
(Sr. Rafael P. Cañete, Gobernador del Estado de Puebla)