Señor Francisco I. Madero,
México, D.F.
Muy estimado señor y amigo:
He procurado siempre que mis soldados ignoren algunas cosas, pero es
tan público y notorio que las Fuerzas Federales no han tenido encuentros
con los Zapatistas, con los que se han batido únicamente las Fuerzas
Insurgentes, que hasta el más ignorante ha comprendido --y así
se rumora-- que Zapata y los suyos están protegidos por el Gobierno.
Cuando mis Fuerzas se batieron en Axochiapan con 800 Zapatistas, auxiliados
por el Teniente Coronel Insurgente Sr. Eduardo M. Hernández, que
afortunadamente llegó con veinte hombres a prestar sus servicios,
al siguiente día en ésta uno de sus oficiales conversó
que hace pocos días aprehendieron a un Zapatista que conducía
una o dos cajas de cartuchos, al parecer de los que usa el Ejército,
y al ponerlo a la disposición del Gral. Victoriano Huerta, dicho
reo fue puesto inmediatamente en libertad.
De ser cierto esto, ¿qué indica?
En vista de lo cual, yo como el último de mis soldados estamos
dispuestos a que se nos licencie tan luego Ud. se haga cargo de la Primera
Magistratura de la Nación, o antes si Ud. lo cree conveniente, pues
vistas las sanas intenciones de Ud., somos sus adictos incondicionalmente,
pero no haremos el papel de "víctimas de intrigantes".
Con un voto más de confianza de parte mía y de mis oficiales
y soldados, me reitero suyo adicto amigo y afmo. atto. S.S.
C. Aguilar