Junio 11. Sale el señor Madero, a las ocho de la
mañana de hoy, hacia Cuernavaca. Va acompañado de su
Estado Mayor y de algunos miembros de su familia, así como de
comisiones especiales de Cuautla, Yautepec y Tecala. En Huitzilac un
grupo de señoritas le ofrece flores. En Cuernavaca, adonde
llega a la una de la tarde, la multitud se agolpa en la estación
para recibirlo. Jefes surianos y las tropas de guarnición lo
escoltan hasta el centro de la ciudad. El general Emiliano Zapata,
que goza de la más alta estimación del señor
Madero, marcha a pie al lado del coche de éste. Una doble
valla de tropas surianas se tendió mientras cae una lluvia de
flores desde los balcones y azoteas de las casas, y en tanto que el
pueblo lo aclama con ardor. En forma triunfal penetra en el Palacio
de Cortés. Emiliano Zapata y los hermanos Miranda con sus escoltas
presentan armas, y en el salón del Palacio el gobernador
provisional de Morelos, Juan N. Carreón, lo conduce al salón
de sesiones del Congreso local, donde se pronuncian varios discursos.
Al mediodía se sirve un banquete en el Jardín Borda.
A las cuatro de la tarde, desde su alojamiento en el edificio del
Banco de México, presencia Madero el desfile de cuatro mil
revolucionarios.